LA BATALLA DE GUILLERMO
(Artículo publicado en El Mundo de Huelva el 18.03.03)
Colindante con Huelva, Extremadura (donde chacinas de cerdo,
dulces, migas, truchas y quesos de cabra); con lo cual a poco
estaremos ante sus más de 41.000 Km2 en bosques, ciudades, llanos, montañas, pueblos y vastas dehesas de alcornocales y encinas entre
Badajoz y Cáceres; donde tartesos, celtas, romanos, visigodos y
Cacereño -aunque no de aquella época- y onubense por vocación es
mi amigo Guillermo Batalla, nacido en Santiago de Alcántara hace
55 años. Buena gente, casado y padre de 2 hijas, jubilado de la
Volkswagen en donde se ocupó como Jefe de Administración de
Huelva-Wagen.
Me apetece pasear con él. Siempre acompañado de un bastón (su
garrota, como suele llamarla). Ingenuamente piensas en un trote
mesurado. Y en un descuido te lleva -ahí te las veas- con 3 palmos
de lengua fuera, él sin inmutarse ni perder la sonrisa; que más
parece el suyo un turbo electroacelerado que un apoyo manual.
Hace poco, en plan casero, charlamos de un tema preocupante: las
sempiternas interrupciones en el deficiente suministro de la Cía.
Sevillana (¿Endesa, la misma de Operación Triunfo?). Sea por
ampliaciones, averías, obras, pruebas, redes, reformas,
sobrecargas y otras excusas lindas cuando preguntas; la realidad
es que bombillas, electrodomésticos, fluorescentes, motores,
ordenadores, etc. no aguantan semejante guasa eléctrica en ese
continuo ir y venir del fluido intermitente y dejan de funcionar.
A Guillermo un mal día -en un subidón- le hicieron trizas bombillas, motor de la puerta del garaje y hasta el Sonic panorámico de 32 pulgadas; que a punto estuvo él mismo de acabar tostao y con un peinado afro. Guillermo, que no tiene la paciencia de los sufridos onubenses, recordó la coplilla extremeña: "Eché leña a tu corral / pensando que me querías / y ahora que no me quieres / venga la leña que es mía". Reclamó la leña (léase pasta). Unas 150.000.- ptas. de las de antes. No fue fácil pero, haciendo buen uso de su apellido, pugnó durante meses hasta que la Cía. Sevillana le aflojó la guita.
Habrá que tomar nota y seguir su ejemplo. Para que la Cía. Sevillana entienda, hay que incidirle ahí mismo, sí. En la Cuenta de Resultados.